Una noche tormentosa a las 01:00 a.m hubo un robo en una Joyería de Buenos Aires. El dueño era Alejandro Sánchez, la calle 9 de Julio que quedaba cerca de la comisaría.
Los vecinos vieron subirse al corralón a un hombre encapuchado que quería treparse y entrar por la ventana de atrás del negocio de joyas. Un vecino llamó a la policía, enseguida fue el detective con el dueño de la joyería para atrapar al delincuente que había logrado escaparse.
Encontraron tela enganchada en el picaporte de la ventana trasera y un pasamontañas. Cuando la empleada fue a trabajar al otro día encontró todo roto se asustó y llamó al dueño de la joyería. Este le contesto que ya había ido y que no pudieron descubrir al ladrón. La policía con el detective comenzaron a investigar, a buscar pistas. El dueño termina de suspender a la empleada por sospechosa, el culpable fue a robar otra vez, lo descubrieron, le sacaron el arma, todo lo que tenía y lo encerraron.
A los 20 días lo soltaron y volvió a cometer otro delito que estaba planeado con anterioridad, al fin el detective con la policía encontraron a Carlos Nuñez que era su nombre, cometiendo el delito planeado. Lo arrestaron y pudieron comprobar los robos cometidos.
Sasha Soria
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