En la comisaría del Barrio Flores ubicado en la ciudad de Buenos Aires, acababa de llegar una detective novata y le iban a entregar su primer caso, ella estaba realmente emocionada por resolverlo.
Dos amigos de barrio que crecieron juntos, con una vida llena de duros golpes pero que a pesar de ello no dejaban de apoyarse el uno al otro. Diego y Santiago eran sus nombres. Ambos cayeron en el delito a medida de que fueron creciendo, los padres de Santiago estaban separados, ninguno tenía el control de la vida de su hijo y Diego creció sin padre, quien lo había abandonado cuando se enteró que había llegado al mundo, su madre cayó en las drogas cuando tenía 14 años.
Ellos se juntaban a patear como todas las tardes en la canchita de tierra que quedaba a la vuelta de sus casas, allí jugaban con chicos de su edad e incluso con algunos más grandes. Un día, en la mitad de un partido, escucharon que un grupito de chicos habían asaltado a unas señoras mayores de edad y que el motivo fue solo por entretenimiento.
Se dió la casualidad de que Diego estaba pasando mucha hambre y por eso necesitaba plata, así que Santiago decidió ayudarlo. Fue así como planearon su primer robo con 14 años, en un kiosco de hace muchos años.
Pero con el pasar del tiempo ya no fue solo un kiosco, la gota que rebalsó el vaso fue cuando atacaron una joyería. Como cada asalto sentían la incertidumbre de cómo sería el resultado de la situación. Era algo impredecible.
Ingresaron a la joyería con armas, mientras que uno se encargaba de atar a los rehenes, el otro preparaba los bolsos para llevar las joyas y el dinero. Todo iba saliendo bien hasta que Santiago recibe un disparo, uno de los rehenes estaba suelto, al parecer había llamado a la policía. Luego de cinco minutos, con la presencia de la policía, Diego acaba siendo esposado y enviado a la comisaría mientras que Santiago agonizaba, la bala había traspasado su cabeza provocando una hemorragia interna, murió en el acto.
Entonces allí la detective Natalia se vería obligada a recopilar todo tipo de datos para llegar a saber qué pasó ese día. Pero las cosas se le complicaban a la detective ya que no contaba con ningún testigo-rehén porque Diego los había fusilado al ver que uno llamó a la policía Así que la única opción que le quedaba a Natalia era pedir ver las cámaras de seguridad.
Al ver las evidencias, la joven detective se encontró con lo peor, era que Diego había matado a su amigo despiadadamente. Pero ella no quería quedarse solo con que había descubierto, por lo tanto agarró su grabadora y corrió a visitar al asesino, quería saber el motivo del asesinato.
Los guardias de la cárcel le permitieron la entrada e inició su diálogo con Diego, quien fue condenado a cadena perpetua por intento de robo y la muerte de tres personas.
- Vamos a hacer esto rápido - dijo Natalia
Fue ahí cuando Diego reveló fríamente que él siempre le tuvo envidia a Santiago porque tenía la vida muy fácil - La única oportunidad de quedarme con lo que él tenía era asesinándolo - mencionó el joven. - Ahora solo me queda arrepentirme de lo que hice y pasar el resto de mi vida acá, sólo - dijo entre lágrimas.
Natalia quedó boquiabierta - eso es todo- y apagó su grabadora.
Bruno Roldan y Axel Britos 4°A TM
No hay comentarios:
Publicar un comentario